El llamamiento de Rêber APO por la Paz y una Sociedad Democrática es un punto de inflexión histórico. Más que un llamamiento a poner fin a la lucha, es un llamamiento a elevar la lucha por la Libertad y la Democracia a una nueva etapa, más amplia y universal. El cambio y la transformación están profundamente vinculados a la naturaleza del Universo y son el principio fundamental de la vida misma. Todo ser vivo, toda sociedad, nación, organización y partido que no se ajuste/adhiera a este principio está condenado a la aniquilación. La renovación y la reconstrucción es la forma de asegurar la existencia y la libertad de cualquier organismo biológico o social. En la historia de las revoluciones, la incapacidad de los sujetos revolucionarios y de las vanguardias para renovarse y transformarse según el momento histórico y sus necesidades siempre los ha llevado a la liquidación. Un ejemplo significativo de ello es la caída del socialismo real y la disolución de la Unión Soviética: El dogmatismo del socialismo real y su persistencia en la mentalidad estatal, sexista y jerárquica, que durante más de 5000 años ha asfixiado a la humanidad, ha desembocado en la derrota y la degeneración. Hay que evaluar esta experiencia y aprender de ella. Reconociendo esta realidad, Rêber APO ha desarrollado el Nuevo Paradigma: «Ha llegado el momento de la disolución del PKK» significa que ha llegado el momento de nuevas formas de organización y lucha, que abrirán las puertas a la democratización de Oriente Medio.
Para comprender debidamente el llamamiento tenemos que reconocer las condiciones históricas en las que se produce. En el marco de la 3ª guerra mundial, que se está desarrollando desde la caída de la Unión Soviética, las fuerzas hegemónicas, en primer lugar Estados Unidos, pretenden rediseñar Oriente Medio para integrarlo en el sistema de la modernidad capitalista. El llamamiento de Rêber APO debe entenderse como parte de su intervención contra estos intentos de controlar y subyugar a los pueblos de la región.
En su lucha por la Libertad siempre insistió en la paz y ha hecho muchos intentos de resolver políticamente la Cuestión Kurda con Turquía. Si nos fijamos en la época fundacional del PKK, vemos que la lucha fue al principio ideológica, que evolucionó hacia una lucha cultural y política que sentó las bases de un movimiento de masas. Justo cuando todas las vías para una solución política estaban cerradas por el Estado y la sociedad se enfrentaba a la aniquilación, se inició la lucha armada.
Ya en 1993, Rêber APO anunció que el tiempo de la lucha armada había llegado a su fin y que había que encontrar una solución política. Pero estos intentos fueron saboteados por el Estado o no tuvieron éxito debido a la falta de comprensión del cambio paradigmático de Rêber APO. A pesar de ello, Rêber APO siguió buscando y luchando por una solución política y por la paz.
A la pregunta de por qué emprender este intento nuevamente hay que responder a partir de diferentes dimensiones: En primer lugar y ante todo fue la resistencia de Rêber APO la que sentó las bases para ello. El PKK ha cumplido su papel histórico y tuvo éxito en impedir el Genocidio del pueblo kurdo y en desarrollar la Sociedad Democrática. Ahora, con el establecimiento del KCK y la Revolución en Rojava se presenta la oportunidad de seguir avanzando.
Mientras que muchos movimientos revolucionarios han sido liquidados por el Estado en fases de procesos de paz, el PKK y el Movimiento Revolucionario en general se encuentran en una situación diferente. La mayoría de los procesos de paz se impusieron a los Movimientos Revolucionarios, pero el PKK está entrando voluntariamente en este proceso desde una posición de fuerza, mientras que el Estado turco se encuentra en una posición muy difícil, perdiendo relevancia en los planes hegemónicos para la región.
La necesidad de cambio para adherirse al principio de la vida también es válida para el Estado turco. Si este proceso no se manifiesta, el Estado turco se enfrenta a la aniquilación. Cuando el Estado allane el camino para los marcos judiciales y políticos necesarios, el Partido debatirá la disolución y la deposición de las armas, y cuando se cumplan sus condiciones tomará una decisión sobre su Congreso del Partido.
En estos tiempos críticos de cambio, los movimientos revolucionarios se enfrentan al peligro de caer en el liberalismo o bajo la influencia del Estado. Rêber Apo es muy consciente de este peligro, pero también de la necesidad de este paso valiente, para fortalecer la lucha. Él ve las grandes oportunidades de alcanzar el objetivo esencial de democratizar la sociedad, e incluso de cambiar la dinámica de la Tercera Guerra Mundial.
El Estado turco y otros actores muestran la declaración como si Rêber Apo se hubiera rendido. Pero en realidad la declaración es una perspectiva clara para la continuación de la organización de otra manera. El intento del estado turco es ocultar esta realidad y forzar a la gente a la pasividad y la desesperanza. Pero si miramos más de cerca, Rêber Apo aclaró condiciones claras. Como señaló Sirri Sureya Onder (miembro de la Delegación Imrali): «Sin duda, la deposición de las armas y la disolución del PKK requieren en la práctica el reconocimiento de una política democrática y un marco legal». Tras la declaración, las fuerzas hegemónicas y dominantes, la UE, EEUU, la ONU expresaron su apoyo a la fase. Rêber Apo dio su paso y espera ahora que el Estado turco también lo haga.
Para nosotros, como juventud internacionalista, este cambio significa una oportunidad histórica. La disolución del Partido de los Trabajadores del Kurdistán abre un nuevo espacio para incluso difundir el paradigma de Rêber Apo de una manera más amplia. Esta decisión neutralizará la narrativa del Movimiento Kurdo, siendo una organización terrorista separatista. De este modo, podremos organizarnos aún con más fuerza de acuerdo con los valores de la democracia y la libertad a escala internacional.
Es nuestra tarea luchar aún más por nuestros objetivos. En primer lugar, conseguir la libertad física de Rêber APO sigue siendo un factor principal, que garantizará el éxito del proceso. Si no se dan las condiciones para que Rêber APO dé la perspectiva adecuada, no habrá solución democrática posible. De este modo, tenemos que caminar hacia adelante con más fe, fuerza y esperanza en un cambio real. Los que hayan leído los manifiestos de defensa de Rêber APO podrán entender mejor el proceso, mientras que los que no, deberían leer para comprender la dimensión histórica y sociológica de este llamamiento.
El resultado de esta fase depende de nosotros. Confiar en Rêber APO, que tiene una enorme experiencia de liderar el Movimiento Kurdo por la Libertad durante más de 50 años, será el enfoque fundamental que se necesita para llevar la fase al éxito. Si unificamos la postura de Rêber APO con nuestra propia fuerza espiritual, organizativa y política, nosotros, como juventud internacionalista, podremos formar parte de un verdadero internacionalismo que hará florecer la Sociedad Democrática en todo el mundo. Este nuevo comienzo puede convertirse en una oportunidad para difundir el paradigma y desarrollar la Institución de la Modernidad Democrática en Oriente Medio y más allá.
Internationalist Commune of Rojava
01.03.2024