El pueblo de Afrín y su histórica resistencia

Imaginemos un árbol que creció durante años y echó raíces en la tierra. Si arrancases un árbol de la tierra y lo movieses a otra tierra quizás siga viviendo, pero no florecería tan bella y magníficamente cómo antes. Sería más sensible a las tormentas y vendavales que se lo llevarían por delante. La política del sistema homogéneo y colonialista de separar a las sociedades de su tierra y forzarlas a huir con guerras y masacres funciona según este principio. EL pueblo de Afrín llevó a cabo una resistencia histórica contra ésta política de guerra. La ocupación de Afrín en 2018 es solo la culminación de una larga historia de genocidio cultural al que los kurdos son expuestos en todas partes, incluyendo Afrín. Pero incluso cuándo la sociedad huyó de Afrín por los masivos ataques del ejercito de ocupación Turco, no perdió la esperanza de volver algún día. En consecuencia, la sociedad se unió y construyó una vida para si misma en la cercana región de Shehba. Siempre con el amor y solidaridad sin fin hacía Rêber APO y al esfuerzo de organizarse a si misma según los principios de la guerra revolucionaria del pueblo, la sociedad se defendió contra tormentas de sucia política de asimilación, la guerra especial y los ataques físicos del estado fascista Turco en Shehba.

El símbolo de Afrín es el árbol de olivo, y no es fácil talarlo. Por ello, no es una coincidencia que el estado fascista Turco y sus bandas yihadistas escojan una vez más la región circundante a Shehba para lanzar una nueva y mayor oleada de ataques éstos días. Pese a que la sociedad haya dejado su patria 6 años ya, ésta vez no se dejó dividir y partió junta a las regiones de Tabqa y Raqqa para así no estar expuesta otra vez a las masacres por grupos fascistas. Más grande que el dolor es la ira por los crímenes que se están llevando una vez más ante los ojos del mundo. Más grande que los intentos de los medios de presentar la evacuación de la sociedad de forma falsa es el poder de la organización, la ayuda mutua de la población y el autogobierno autónomo, el cuál continúa en los centros de refugiados de Tabqa y Raqqa. La actitud del pueblo es clara. El plan de ocupación apoyado por la OTAN del dictador Erdogan es responsable del hecho de que 200.000 personas haya abandonado una vez más su lugar de refugio y partido a un futuro incierto. Es el impulso que Erdogan ha recibido de Estados Unidos, Rusia, Israel y Europa lo que lo está llevando a cometer tales atrocidades hoy.

¡Esto es precisamente el por qué la sociedad de Shehbas nos está llamando! No importa cuántas guerras especiales traten de flaquear nuestros sentidos, nunca normalizaremos la guerra, incluso si hay mil guerras, tenemos que ver que es nuestro deber tomar nuestro rol en el bando correcto. Tenemos que afinar nuestra conciencia y preguntarnos cuál es nuestra responsabilidad con la gente que dejó sus vidas y sus tierras, toda su seguridad atrás.

¡Tenemos que tomar lugar y volvernos activos en la defensa de Rojava! Porque el poder que puede acabar con todas las guerras sucias en Oriente Medio es el poder de la juventud y las mujeres, el poder de la modernidad democrática, el poder de Rêber APO. Por ende, unamos nuestra lucha y, con la estrategia de la guerra revolucionaría del pueblo, en la que todos en la sociedad tienen un puesto que defender, crear un segundo Kobane y mostrar al mundo que el ansía por la libertad y la insistencia de un mundo libre nunca podrán romperse.

¡Solidaridad con los refugiados desde Shehba!
¡Fin a la guerra fascista de la OTAN en Oriente Medio!
¡Larga vida a la resistencia en Rojava!
¡Larga vida a Rêber APO!

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