Şehîd Gulbahar Gulhat era una joven de Elih, Kurdistán del Norte, que se unió a las filas de la guerrilla en 1991 cuándo tenia 13 años. Tras cinco años viviendo en las montañas de Kurdistán fue a la Academia de Rêber Apo (Abdullah Öcalan) en Damasco, Siria. Después de pasar por la educación de la academia volvió a las montañas y luchó con gran pasión y valor hasta su martirio en 2007 en las montañas de Gabar. En éste texto ella habla sobre su experiencia con Rêber Apo y el impacto que tuvo en ella.

En éste momento, mientras comparto mis recuerdos con Rêber Apo (Abdullah Öcalan), distintas emociones se desarrollan en mi mente y corazón. Quizá no sea capaz de hablar de cada momento, pero mientras me sea posible, compartiré éstos momentos que viví de la forma más natural.
Era 1996 cuándo fui a la Academia de Rêber Apo. Me quedé asombrada cuándo vi a Rêber Apo por primera vez. Porque el sistema hegemónico siempre nos había creado la imagen de un líder violento en nuestra mente, por lo que yo también pensaba con que Rêber Apo era así. Al igual que un líder está en el poder, me imaginé que Rêber Apo sería así. Es por eso que me sorprendí cuándo vi a Rêber Apo por primera vez. Rêber Apo era la mar de amigable. Cuándo Rêber Apo nos dio la bienvenida vi la diferencia entre Rêber Apo y los líderes despóticos que había imaginado durante años. Cuándo Rêber Apo dijo: ”Levantémonos y vayamos a por algo de comer, amigos.” me dije ”¿Estoy soñando?” De los ojos de Rêber Apo brillaba un amor que me llevó a un estado de emoción y entusiasmo especial. Cuándo Rêber Apo sostenía encuentros y discusiones para los camaradas que iban a las montañas veías en sus ojos cuánto le afectaba. Cuándo Rêber Apo solía preguntarnos preguntas a cada uno, veía cómo de emocionales y sobrecogidos nos poníamos, y en base a ello compartía sus análisis y pensamientos sobre nosotros. En ese momento pensaba un montón y me decía a mi misma: ”¿Cómo entendió Rêber Apo nuestras emociones tan rápido?” Estaba muy impresionada por los razonamientos, amabilidad y perspicacia de Rêber Apo. Cuándo Rêber Apo analizaba el primer día de enseñanza, su método de entender las personalidades verdaderamente captó mi interés. Por aquel entonces tenía conflictos internos. Algunos camaradas que venian a las montañas habiendo pasado tiempo con Rêber Apo usaban el nombre de Rêber Apo para su propio interés. Tenían una vida y un razonamiento que no encajaba con la de un delegado. Pero ahora veo que los razonamientos de Rêber Apo hacía los delegados no son así. Aquella vez me dije: ”Menudo pueblo más ingenuo estamos hecho, confiamos en cualquiera.” En ese momento Rêber Apo me preguntó: ”Camarada, ¿tú que piensas?” Compartí los conflictos de mi mente con Rêber Apo. Rêber Apo me diji: ”Bravo, tan poco tiempo y ya has visto estas realidades, muy bien.”
Cuándo jugaba al futbol con Rêber Apo me di cuenta de que una debe tener mucho auto control y disciplina, porque cuándo jugábamos al futbol, para Rêber Apo no era un juego, sino una guerra. De ésta forma el analizaba y ponía a prueba nudstras personalidades para ver cómo de activos, proactivos y cuidadosos éramos. Él también criticaba nuestra forma de dar ordenes. En ese partido también me di cuenta de cómo los errores pequeños no son algo fácil. Rêber Apo siempre nos decía: ”Cree en ti en todo lo que hagas.”
Cuándo jugábamos al futbol Rêber Apo de repente gritó: ”Camarada, cuidado, has estado cerca de pisar a una hormiga. Llévate ésa hormiga lejos de aquí.” Estuve sorprendida, me preguntaba cómo Rêber Apo había visto a esa hormiga. Me di cuenta de la alta concienciación de Rêber Apo sobre los alrededores y la vida. Ésta concienciación con los animales hizo que me enfadase por nuestro razonamiento sobre los animales.
Claro que hubieron muchas cosas de la personalidad de Rêber Apo que captaron mi atención y me influenciaron. Por ejemplo, la forma de enseñar de Rêber Apo era muy diferente. En el estilo de vida de Rêber Apo, incluso el más pequeño razonamiento era un tema a enseñar. Él inculcó a la gente la necesidad de educarse. Cómo resultado, la gente vio naturalmente la necesidad de educarse.
Aún era muy joven, por lo que era muy feudal y cerrada. Para superar éste feudalismo, Rêber Apo me educó de formas muy distintas. Solía usar diferentes métodos para cambiarme. Por ejemplo, un día Rêber Apo estaba jugando al futbol y le traje una botella de agua. Rêber Apo, en medio de una turba de camaradas, abrió la botella de agua y me la derramó en la cabeza. Estaba tan enfadada que no pude formular palabra y me puse roja. Estaba muy afectada y mi orgullo estaba hecho añicos. Después de éste momento, Rêber Apo me llamó y discutió conmigo. Me dijo: ”No me malinterpretes, te estoy criticando así de duro y presionándote por tu desarrollo. Eres joven, valiente, bella y trabajadora. Aún así algunas de tus características están en medio. Especialmente el conservadorismo. El feudalismo fue necesario para ti hasta cierto punto porque carecías de conocimiento, te protegías con esos razonamientos. Pero a partir de ahora ya no será necesario. Te he dado el conocimiento, lo has desarrollado y ahora te estoy dando una misión. Estás abierta a desarrollarte y no dejare que ésta característica te sofoque. Eres la mujer más bella en el mundo. Os educo, embellezco y libero. Incluso si te rindes no me rendiré jamás. Porque he dedicado toda mi vida a la libertad de las mujeres. Pero la mayoría de vosotras no lo sabéis.”
Rêber Apo siempre me llamaba “Gênco”, eso significa, la joven. Cuándo Rêber Apo me llamaba la joven Gulbahar me ponía muy feliz.
Cuándo entré de nueva con Rêber Apo no podía leer ni escribir. Rêber Apo me dijo: ”Te enseñare a leer y a escribir.” Cuándo Rêber Apo vio que ya había aprendido a escribir un poco, me dio un texto y dijo: ”Trabájatelo, nos lo leerás en voz alta mañana por la mañana.” Trabaje en ello, pero me dije a mi misma que Rêber Apo se olvidaría porque tenía un montón de trabajo que hacer. Cuándo fuimos a la enseñanza al día siguiente, Rêber Apo me llamó y me pidió que leyese. Leí el texto por lo menos diez veces. Estaba muy nerviosa y sudé un montón. Rêber Apo me comentó: ”Cuándo alguien aprende algo nuevo, sino sudan por ello, no conocen su valor. Tú has sudado por éste texto, espero que no dejes de aprender.” Desde ese día aprender a leer y a escribir se convirtió en mi mayor ambición. Estuve realmente marcada por éste incidente. Porque vi que no hay nada que no puedas aprender en la vida del PKK si solo tienes voluntad y esfuerzo.
Un día fuimos otra vez al campo de futbol. Luego de que se hiciesen los dos equipos empezamos a jugar. Un camarada iba a por las piernas de Rêber Apo para coger el balón todo el rato. Y todo el rato se lo robaba de vuelta. Rêber Apo vio que realmente me enfadaba con éste camarada. Esto es por lo qué se acercó hacia mi y me dijo: ”La gente puede provocarte muy fácilmente y luchas con orgullo. Es verdad, la gente no debería aceptar perder o estar desorganizada, pero no tan ciegamente cómo tú. No acepto ésta ceguera. Me sorprende cómo es que aún no has sido martirizada en la guerra.” Éstas palabras me tiraron la moral y ya no podía jugar. Por lo que Rêber Apo me dijo: ”Ve a patear la pelota.” Fui y marqué un gol. Rêber Apo me dijo: ”Está muy bien creer en ti misma. Deberías organizarte y practicar ésta parte. Para una mujer éstas con cualidades agradables.”
Estaba realmente impactada. Me pregunté cómo Rêber Apo me hizo pensar tanto con el futbol. Después de eso empecé una profunda reflexión. ¿Cuándo se supone que debía de ir a las montañas? Rêber Apo me dijo: ”Nada puede influenciarte porque eres muy cabezota. Pero necesitas declararle la guerra a tus características feudales, tu orgullo exagerado y tu ceguera. Si no luchas contra ello, te traerán más dificultades. No caigas mártir tan rápido. No puedo aceptarlo nunca, que los camaradas vengan a recibir mucha educación aquí para ir a las montañas y caer mártires así de rápido. Cuándo escucho noticias de un martirio, me duele mucho. Cada vez una parte de mi alma se va. No seas egoísta y piensa también en mi. Te he educado para que vivas y crees vida.” Según se iba acercando la hora de decir adiós lloré un montón. Abracé a Rêber Apo y las lágrimas brotaron de mis ojos. Rêber Apo me dijo: ”¿Qué ha pasado? Parece que pienses que vamos a estar separados para siempre.” Durante alrededor de cinco minutos apoye la cabeza en el hombro de Rêber Apo. Rêber Apo solo se rió y habló. Pero hasta que nos fuimos las lágrimas no dejaron de salir de mis ojos.
Ciertamente, hay muchas cosas que puedes decir. Pero las que puedo decir yo por ahora son éstas. Mi corazón arde. Pienso en cuánto era digna de la realidad de Rêber Apo. No participé de la forma que él se esperaba de mi. Por esto me esfuerzo a completar y acabar las cosas que he dejado a medias.
Cuándo vine a las montañas me enfrenté a todas las evaluaciones positivas y negativas que Rêber Apo me dio. Por lo que lleve a cabo una gran lucha por superar mis carencias. Ahora mi mayor esperanza es ver a Rêber Apo una vez más y recibirle con mi corazón.
